La forma actual de funcionamiento del capitalismo en Chile tiene más de 25 años. Pasó por un período de destrucción y de creación de nuevas condiciones. Los impactos sociales fueron muy profundos.
Cuando la economía chilena empieza a crecer en forma muy dinámica y prolongada (1986-1993) a pesar que el crecimiento de la producción se acompañó de un gran crecimiento de la ocupación los problemas sociales no se resolvieron.
A partir de 1993 y hasta 1997, la economía sigue creciendo a tasas muy elevadas (7% promedio anual), sin embargo, disminuye fuertemente su capacidad de generar empleo. Además, se profundiza el proceso de transformación de empleos relativamente buenos en empleos precarios. La pobreza es explicada cada vez más por trabajadores pobres. En este período la mala distribución del ingreso permanece e incluso empeora (ver cuadro Nº 2).
Con la crisis actual, expresada particularmente en 1999, los problemas sociales y la pobreza, que no fueron resueltos cuando la economía crecía se han agravado en forma substancial. El desempleo reciente (1999) ha sido masivo y rápido debido a la profundidad de la flexibilidad laboral y a que la ocupación ha sido la variable de ajuste aplicada como parte de la lógica del funcionamiento del modelo implantado por la dictadura y profundizado por los gobiernos de la Concertación. Es posible que la recuperación económica, en un contexto de crecimiento de la producción, marque como tendencia una acentuación de la poca capacidad de creación de empleos.
La actual forma de funcionamiento del capitalismo en Chile —ya consolidada— muestra que no se trata sólo de los costos sociales de los llamados "ajustes estructurales" ya que esto remite a una situación transitoria. Más bien los problemas sociales hacen parte de la lógica interna de la actual forma funcionamiento del capitalismo.